Informe original de Jenna Carlesso y Dave Altimari. Compilado por Gabby DeBenedictis. Traducción por Jorge Alatrista, Identidad Latina Multimedia.
Los asilos de ancianos de Connecticut donde residen unas 20,000 personas, se enfrentan a una crisis de identidad.
La ocupación, que se desplomó abruptamente durante la pandemia, aún no se ha recuperado por completo. Las quejas sobre la calidad de la atención en algunos hogares están aumentando, y los Legisladores de Connecticut ya no visualizan los hogares de ancianos como la opción principal para el cuidado de ancianos, sino como un recurso solo para aquellos con necesidades médicas que no se pueden manejar en el hogar.
A medida que la población de adultos mayores del Estado continúa creciendo y muestra un mayor interés en la atención domiciliaria, los cambios en la industria de los hogares de ancianos parecen inevitables.
Esto es lo que debe saber sobre el estado actual de la industria en Connecticut y su futuro.
Las quejas sobre la atención en los hogares de ancianos van en aumento.En 2017, la Oficina del Defensor del Pueblo de Atención a Largo Plazo del Estado registró 3,090 quejas de residentes de hogares de ancianos y sus seres queridos. El año pasado recibió 4,278.
Las quejas van desde la falta de acceso a la atención hasta las comidas que llegan tarde y frías, los problemas con la calefacción y el aire acondicionado, la acumulación de basura y la falta de actividades diarias de los residentes.
En algunos hogares, los residentes dicen que han visto a un solo auxiliar de enfermería asignado a 20 personas. Una proporción típica para garantizar una buena atención es un trabajador por cada ocho o 10 personas, dijo el Defensor del Pueblo de Atención a Largo Plazo del Estado.
Durante el último trimestre de 2022, el Departamento de Salud emitió cuatro hallazgos de “peligro inmediato” en Connecticut. Los hallazgos indican que las violaciones en un hogar de ancianos probablemente causaron daños graves o la muerte de un residente.
Más recientemente, el Centro de Rehabilitación y Atención Médica de Newtown, que es propiedad de Athena Health Care Systems, también fue puesto en “peligro inmediato”.
Los residentes de los asilos de ancianos propiedad de Athena se han quejado de estar varados en la cama durante largos períodos de tiempo, de perderse comidas o medicamentos y de no poder asistir a las actividades diarias. Los familiares describieron a sus seres queridos como descuidados durante las visitas. Los residentes han informado que regularmente se pierden las duchas y los cortes de cabello.
Los hogares de ancianos se enfrentan a la escasez de personal.Los propietarios de hogares de ancianos dicen que están teniendo dificultades extraordinarias para contratar y retener trabajadores. Muchas instalaciones no tienen suficiente personal: vieron una caída en el personal cuando comenzó la pandemia y no se han recuperado desde entonces.
Desde febrero de 2020 hasta diciembre de 2022, la industria de hogares de ancianos perdió 210,000 empleos a nivel nacional, y la dotación de personal cayó a niveles no vistos desde 1994, dijeron funcionarios de la Asociación Estadounidense de Atención Médica y el Centro Nacional de Vida Asistida.
Encontrar personal es un gran desafío, no solo para los hogares de ancianos, sino también para cualquier persona en el sector de la atención médica, incluidas las agencias de atención médica domiciliaria o las agencias de acompañantes en el hogar, donde la rotación puede llegar al 50% anual.
La ocupación de los hogares de ancianos está cayendo.La ocupación de hogares de ancianos cayó abruptamente durante los primeros meses de la pandemia. Rondando el 88% en todo el Estado antes del primer caso informado de COVID, la ocupación cayó al 71% en julio de 2020.
En febrero de 2023, había subido al 83%, pero aún no había alcanzado los niveles previos a la pandemia.
A pesar de que la cantidad total de camas en hogares de ancianos disminuyó debido a que algunas instalaciones cerraron durante la pandemia, la cantidad de camas disponibles ha aumentado. En febrero de 2020, había 3,112 camas abiertas en los 210 asilos de ancianos del Estado. Aproximadamente dos años después, en marzo de 2022, ese número llegó a 5,017 camas abiertas en 205 hogares de ancianos.
A finales de febrero, había unas 3,800 camas abiertas en unos 200 hogares de ancianos, según datos estatales.
Los funcionarios estatales creen que muchas camas de hogares de ancianos no están llenas porque los miembros de las familias que trabajaron desde casa durante la pandemia, pudieron mantener a sus padres o familiares en casa, mientras que otros recurrieron a cuidadores privados o agencias de acompañantes en el hogar cuando fue posible.
El Estado está impulsando programas que tienen como objetivo mantener a los residentes en sus hogares y comunidades.Los responsables políticos de Connecticut ya no visualizan los hogares de ancianos como la opción principal para el cuidado de los ancianos, sino como un recurso solo para aquellos con necesidades médicas que no se pueden manejar en el hogar.
En 2018, por primera vez, el Estado gastó más fondos de Medicaid en servicios basados en el hogar y la comunidad que en atención institucional, 53% a 47%, según muestran los datos estatales. Para 2022, había gastado el 58% de su dinero de atención a largo plazo de Medicaid en servicios a domicilio, frente al 42% en hogares de ancianos y otras instalaciones.
Aunque la propagación de COVID aceleró ese cambio, durante años se había producido una migración de la atención institucionalizada a los servicios domiciliarios. En 2009, el 65% de los gastos de Medicaid de atención a largo plazo del Estado se destinaron a hogares de ancianos. Para 2017, ese número se había reducido al 50%.
Connecticut lanzó una amplia red de programas en las últimas décadas diseñados para evitar las admisiones innecesarias en hogares de ancianos y aumentar el flujo de personas de las instalaciones de regreso a la comunidad.
Los funcionarios estatales también están tratando de “dimensionar correctamente” la industria de los hogares de ancianos al reducir la cantidad de camas y, eventualmente, las instalaciones, para alinearse con la demanda actual. Los Legisladores introdujeron una medida que recortaría la financiación de los edificios cuya ocupación cae por debajo del 90% durante un período de 12 meses.